El pasado 6 de octubre, HEMAV tuvo el honor de estar presente en la celebración del Premio Mejor Remolachero de Andalucía 2022 junto a Azucarera. Esta fue una oportunidad inmejorable para resaltar el esfuerzo conjunto en la mejora de la producción de remolacha azucarera en España.
En este evento, se presentó la Curva de Sacarosa, una herramienta desarrollada por HEMAV en colaboración con Agroteo, con la que hemos trabajado de la mano durante cinco años. Esta herramienta ya está operativa en las zonas remolacheras tanto del norte como del sur de España, impulsando de forma significativa el porcentaje de sacarosa obtenido en la última campaña.
El Predictive-tech, otra de nuestras herramientas, proporciona información detallada sobre el estado óptimo de madurez de la remolacha. Esta precisión permite a los agricultores decidir el momento exacto de cosecha. Es inspirador ver cómo más agricultores, como el joven premiado de Andalucía, están adoptando estas soluciones para mejorar sus resultados. Es evidente que la adopción de tecnologías de precisión representa un cambio positivo en la comunidad remolachera de España.
Durante este encuentro, conversamos directamente con los protagonistas del campo. Escuchar sus inquietudes y desafíos para las próximas campañas refuerza nuestro compromiso de seguir desarrollando herramientas que potencien la producción sostenible de remolacha en España.
Para más detalles sobre nuestros avances y colaboraciones en el sector de la remolacha en España, les invitamos a leer:
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Futuro de la agricultura de precisión en la producción de remolacha en España
En la era actual, la agricultura de precisión se ha consolidado como una revolución tecnológica en el campo, y el cultivo de remolacha en España no es una excepción. Con el auge de la demanda de azúcar de remolacha y la necesidad de optimizar la producción, las empresas, incluida HEMAV, están buscando continuamente nuevas formas de integrar la tecnología para garantizar una agricultura más eficiente y sostenible.
Para la remolacha en España, el enfoque está en herramientas que pueden monitorear con precisión las condiciones del suelo, el clima y las plantas. Se están explorando y desarrollando sistemas avanzados de sensores que pueden detectar deficiencias nutricionales en las plantas o identificar plagas antes de que se conviertan en una amenaza significativa.
Los drones, con cámaras de alta resolución e infrarrojas, podrían jugar un papel más crucial, permitiendo a los agricultores monitorear grandes extensiones de tierra y detectar anomalías en las primeras etapas. Estas imágenes, cuando se analizan con inteligencia artificial y machine learning, pueden proporcionar insights detallados sobre el estado actual de la cosecha y las áreas de mejora.
Además, HEMAV y otras empresas están investigando el uso de la robótica en la industria remolachera en España. Estos robots, equipados con tecnología de visión y sensores, podrían realizar tareas como la siembra, el riego y la cosecha, maximizando la eficiencia y reduciendo el margen de error humano.
Otra área de interés es la telemetría del suelo. Con la implementación de sensores subterráneos, es posible monitorear la humedad, la salinidad y otros factores vitales en tiempo real. Estos datos pueden alimentar sistemas de riego inteligente que proporcionan la cantidad exacta de agua necesaria, evitando el desperdicio y garantizando que las plantas de remolacha reciban el cuidado que requieren.
El cultivo de remolacha en España enfrenta desafíos únicos, desde las variaciones climáticas hasta las especificidades del suelo español. Por lo tanto, la personalización de estas herramientas de agricultura de precisión será fundamental. Es un futuro emocionante para la industria remolachera en España, con la promesa de cosechas más grandes, más sostenibles y más eficientes en el horizonte.
