La biodiversidad es la piedra angular de la salud y el bienestar de nuestro planeta. Nos proporciona una serie de servicios ecosistémicos, como la filtración de agua, el almacenamiento de carbono, la purificación del aire y la polinización. Sin embargo, las actividades humanas están provocando un rápido declive de la biodiversidad, con un millón de especies amenazadas de extinción. Una de las principales causas de esta pérdida es el sistema alimentario industrial, basado en los monocultivos, los insumos sintéticos y la ganadería intensiva. Este sistema no sólo destruye la biodiversidad, sino que agrava el cambio climático y socava los medios de subsistencia de los pequeños agricultores. Para hacer frente a esta crisis, necesitamos una transformación del sistema alimentario que dé prioridad a la conservación de la biodiversidad, la agricultura regenerativa y el acceso equitativo a alimentos sanos. En este artículo analizaremos por qué la biodiversidad es importante para los sistemas alimentarios, cómo está perjudicando a la biodiversidad el actual sistema alimentario y qué soluciones pueden ayudarnos a crear un sistema alimentario más sostenible y justo para todos. Si le preocupa la biodiversidad, únase a nosotros para impulsar la transformación de los sistemas alimentarios.
Importancia de la biodiversidad en los sistemas alimentarios
La biodiversidad es esencial para el funcionamiento y la resistencia de los sistemas alimentarios. Una amplia gama de cultivos, ganado y especies silvestres nos proporciona una variedad de alimentos ricos en nutrientes, recursos genéticos y valores culturales. Por ejemplo, los sistemas alimentarios tradicionales de muchas regiones del mundo se basan en una diversidad de cultivos y ganado adaptados a las condiciones locales y a las preferencias culturales. Esta diversidad no sólo garantiza la seguridad alimentaria, sino que también mejora la resistencia al cambio climático, las plagas y las enfermedades. Además, la biodiversidad dentro y alrededor de los paisajes agrícolas proporciona servicios ecológicos vitales, como la polinización, el control de plagas, la fertilidad del suelo y la regulación del agua. Estos servicios son fundamentales para mantener suelos sanos, agua limpia y ecosistemas funcionales, que sustentan la producción de alimentos y otras actividades humanas.
Sin embargo, el sistema alimentario industrial actual se caracteriza por una estrecha gama de cultivos y ganado, que se cultivan utilizando insumos sintéticos y prácticas agrícolas intensivas. Este sistema favorece las variedades de alto rendimiento, uniformes y genéticamente homogéneas, que suelen ser vulnerables a plagas, enfermedades y condiciones climáticas extremas. Por ejemplo, el maíz, el trigo y el arroz representan más del 50% del consumo mundial de calorías, mientras que sólo unas pocas razas de ganado dominan la producción de carne y lácteos. Esta falta de diversidad reduce la resistencia de los sistemas alimentarios y aumenta el riesgo de malas cosechas, plagas y enfermedades. Además, las prácticas agrícolas intensivas, como el laboreo, el monocultivo y los insumos químicos, degradan la salud del suelo, reducen la biodiversidad y contaminan el agua y el aire.
Para garantizar la viabilidad y sostenibilidad a largo plazo de los sistemas alimentarios, debemos dar prioridad a la conservación y restauración de la biodiversidad en los paisajes agrícolas y sus alrededores. Esto incluye la promoción de prácticas agroecológicas, como la diversificación de cultivos, los cultivos intercalados, la agrosilvicultura y la agricultura ecológica, que mejoran la biodiversidad, la salud del suelo y los servicios ecosistémicos. También implica apoyar los derechos y medios de vida de los pequeños agricultores, los pueblos indígenas y las comunidades locales, que a menudo son los custodios de los conocimientos tradicionales y la biodiversidad.
Estado actual de los sistemas alimentarios y pérdida de biodiversidad
A pesar del papel crucial de la biodiversidad en los sistemas alimentarios, la biodiversidad mundial está disminuyendo rápidamente, con un millón de especies amenazadas de extinción. Las principales causas de esta pérdida son la destrucción del hábitat, el cambio climático, la sobreexplotación, la contaminación y las especies invasoras. El sistema alimentario industrial contribuye en gran medida a estos factores, ya que se basa en el uso intensivo de la tierra, las elevadas emisiones de gases de efecto invernadero, el uso excesivo de los recursos hídricos y la contaminación química.
Transformación de los sistemas alimentarios y su impacto en la biodiversidad
Para afrontar los retos de la pérdida de biodiversidad y la inseguridad alimentaria, necesitamos una transformación del sistema alimentario que dé prioridad a la conservación de la biodiversidad, la agricultura regenerativa y el acceso equitativo a alimentos sanos. Un sistema alimentario transformado es aquel que es diverso, resistente y sostenible, proporcionando alimentos nutritivos y culturalmente apropiados a todas las personas, respetando al mismo tiempo los límites naturales del planeta. Un sistema así requiere un cambio fundamental en la forma de producir, distribuir y consumir alimentos, así como en las políticas e instituciones que rigen los sistemas alimentarios.
La agricultura regenerativa es un componente clave de la transformación de los sistemas alimentarios, ya que promueve la restauración y mejora de la salud del suelo, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. Las prácticas regenerativas, como los cultivos de cobertura, la rotación de cultivos, la agricultura de precisión y la agrosilvicultura, mejoran la estructura y la fertilidad del suelo, reducen la erosión y la escorrentía de nutrientes y aumentan la retención de carbono. También fomentan la biodiversidad creando hábitats para insectos, aves y mamíferos beneficiosos, e integrando cultivos y ganado en sistemas mixtos. La agricultura regenerativa también apoya los medios de subsistencia y el bienestar de los pequeños agricultores y las comunidades rurales, a menudo marginados en el sistema alimentario actual.
Otro aspecto importante de la transformación de los sistemas alimentarios es la promoción del acceso equitativo a alimentos sanos y culturalmente apropiados para todas las personas. Esto implica abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria y la malnutrición, como la pobreza, la desigualdad y la discriminación. También requiere la promoción de sistemas alimentarios diversos y resistentes que apoyen las culturas alimentarias locales, los conocimientos tradicionales y la biodiversidad. Al garantizar que todas las personas tengan acceso a alimentos nutritivos y culturalmente apropiados, podemos promover la salud, el bienestar y la justicia social.
Ejemplos de éxito en la transformación de los sistemas alimentarios
La transformación de los sistemas alimentarios ya se está produciendo en muchas partes del mundo, impulsada por movimientos de base, agricultores innovadores y responsables políticos visionarios. Extracto Entre los ejemplos de transformación con éxito cabe citar:
- Movimientos agroecológicos en América Latina y África, que promueven el uso de prácticas agrícolas diversas y regenerativas, como la agricultura de precisión, la agrosilvicultura, los cultivos de cobertura y la conservación de semillas. Estos movimientos dan prioridad a los derechos y necesidades de los pequeños agricultores, las mujeres y los pueblos indígenas, y tratan de construir sistemas alimentarios resistentes y equitativos.
- Sistemas de agricultura apoyada por la comunidad (CSA) en Europa y Norteamérica, que ponen en contacto a los consumidores con los agricultores locales y fomentan la producción sostenible y diversificada de alimentos. Los sistemas de CSA permiten a los consumidores apoyar a los pequeños agricultores y reducir su huella de carbono, al tiempo que disfrutan de alimentos frescos y de temporada.
- Iniciativas de agricultura urbana en Asia y África, que promueven la producción de alimentos en ciudades y zonas periurbanas, utilizando técnicas innovadoras como la agricultura vertical, la acuaponía y los huertos en tejados. Estas iniciativas crean nuevas oportunidades de empleo, reducen el kilometraje de los alimentos y mejoran la seguridad alimentaria y la biodiversidad en las zonas urbanas.
- Políticas e iniciativas nacionales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París sobre el cambio climático, que reconocen la importancia de los sistemas alimentarios sostenibles y resilientes para alcanzar los objetivos medioambientales y sociales globales. Estas políticas promueven la integración de la conservación de la biodiversidad, la adaptación al cambio climático y la equidad social en los sistemas alimentarios.
Retos para la transformación de los sistemas alimentarios
A pesar de los numerosos beneficios de la transformación de los sistemas alimentarios, también existen importantes retos y barreras que deben abordarse. Estos retos incluyen:
- Desequilibrios de poder político y económico que favorecen a las grandes empresas agroalimentarias y socavan los derechos y los medios de vida de los pequeños agricultores y las comunidades rurales.
- Falta de acceso a los mercados, financiación y apoyo técnico para los pequeños agricultores y las iniciativas agroecológicas, lo que limita su capacidad para ampliar su escala y competir con la agricultura industrial.
- La escasa concienciación y demanda de alimentos sostenibles y diversos por parte de los consumidores, que obstaculiza el desarrollo de sistemas alimentarios alternativos y refuerza el dominio de la agricultura industrial.
- Insuficiente inversión e investigación en agricultura regenerativa y conservación de la biodiversidad, lo que limita nuestra comprensión de los posibles beneficios y compensaciones de estas prácticas.
Para superar estos retos, necesitamos un esfuerzo concertado de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado para promover la transformación de los sistemas alimentarios. Este esfuerzo debe incluir:
- Reforzar las políticas e instituciones que apoyan la agricultura regenerativa, la conservación de la biodiversidad y el acceso equitativo a alimentos sanos.
- Las innovaciones tecnológicas que presentan resultados claros y pueden medir las prácticas sostenibles son la forma de facilitar el cambio. Cuando se optimizan los niveles de consumibles, se mantiene la salud del suelo fomentando la eficiencia agrícola, se protegen los sumideros de carbono y se optimiza el uso de la energía.
- La agrotecnología ayuda a comprender mejor las prácticas agrícolas fomentando el uso eficiente de los insumos.
- Promover la concienciación y la educación del público sobre los beneficios y la importancia de unos sistemas alimentarios diversos y sostenibles.
- Invertir en investigación e innovación que apoye la agroecología, la conservación de la biodiversidad y la soberanía alimentaria.
- Capacitar a los pequeños agricultores, las mujeres y los pueblos indígenas para que participen en los procesos de toma de decisiones y gobernanza que afectan a sus medios de vida y su bienestar.
Cómo pueden las empresas impulsar la transformación de los sistemas alimentarios
Las empresas también tienen un papel fundamental que desempeñar en el fomento de la transformación de los sistemas alimentarios. He aquí algunas medidas que pueden adoptar:
- Obtenga ingredientes de sistemas agrícolas regenerativos y diversos, y apoye a los pequeños agricultores y las iniciativas agroecológicas a través del comercio justo y el abastecimiento directo.
- Las innovaciones tecnológicas que presentan resultados claros y pueden medir las prácticas sostenibles son la forma de facilitar el cambio. Cuando se optimizan los niveles de consumibles, se mantiene la salud del suelo fomentando la eficiencia agrícola, se protegen los sumideros de carbono y se optimiza el uso de la energía.
- Invertir en investigación e innovación que apoye la conservación de la biodiversidad, la agricultura regenerativa y el acceso equitativo a alimentos sanos.
- Defender políticas e iniciativas que promuevan sistemas alimentarios sostenibles y diversos.
- Colaborar con la sociedad civil, los agricultores y los responsables políticos en la creación conjunta de soluciones para la transformación de los sistemas alimentarios.
Políticas e iniciativas gubernamentales para la transformación de los sistemas alimentarios
Por último, los gobiernos tienen un papel fundamental que desempeñar en la promoción de la transformación de los sistemas alimentarios. He aquí algunas políticas e iniciativas que pueden ayudar:
- Apoyar a los pequeños agricultores y las iniciativas agroecológicas mediante subvenciones, asistencia técnica y acceso a los mercados y la financiación.
- Promover la conservación de la biodiversidad y la restauración de los ecosistemas mediante áreas protegidas, corredores ecológicos y una planificación sostenible del uso del suelo.
- Regular y restringir el uso de pesticidas, herbicidas y otros productos químicos en la agricultura, y promover alternativas agroecológicas.
- Las innovaciones tecnológicas que presentan resultados claros y pueden medir las prácticas sostenibles son la forma de facilitar el cambio. Cuando se optimizan los niveles de consumibles, se mantiene la salud del suelo fomentando la eficiencia agrícola, se protegen los sumideros de carbono y se optimiza el uso de la energía.
- Promover el acceso equitativo a alimentos sanos y culturalmente apropiados a través de medidas de protección social, programas de asistencia alimentaria y contratación pública.
- Reforzar la cooperación internacional y los marcos de gobernanza que promueven sistemas alimentarios sostenibles y resilientes.
Conclusión y llamada a la acción
La biodiversidad es esencial para el funcionamiento y la resistencia de los sistemas alimentarios, pero está disminuyendo rápidamente debido a las actividades humanas, incluido el sistema alimentario industrial. Para hacer frente a esta crisis, necesitamos una transformación del sistema alimentario que dé prioridad a la conservación de la biodiversidad, la agricultura regenerativa y el acceso equitativo a alimentos sanos. Esta transformación requiere un cambio fundamental en la forma de producir, distribuir y consumir alimentos, así como en las políticas e instituciones que rigen los sistemas alimentarios. Como individuos, empresas y gobiernos, todos tenemos un papel que desempeñar en el fomento de la transformación de los sistemas alimentarios. Unámonos en este esfuerzo por crear un sistema alimentario más sostenible y justo para todos.