Por Adrian Gracia Romero, PhD en Fenotipado de Plantas y Teledetección. Piloto de drones certificado por AESA.
Las actividades agrícolas son, en sí mismas, sistemas complejos y altamente sensibles a muchos factores externos. Sin embargo, los efectos del cambio climático en la agricultura están emergiendo como una preocupación principal, ya que los cultivos son especialmente susceptibles a variaciones en el clima.
Una cosecha se puede ver enormemente afectada por diversos factores ambientales. La productividad de un cultivo podría ser reducida por un episodio meteorológico puntual como: una fuerte tormenta o granizo, al igual que alteraciones en las condiciones climáticas durante todo un ciclo también tendrán repercusiones importantes.
Dentro de este panorama, y con el desafío de alimentar a una población creciente, la agricultura busca adaptarse y mejorar la productividad de los cultivos a pesar de los efectos del cambio climático en la agricultura. Una disminución en el rendimiento de cultivos esenciales, como los cereales, podría comprometer la seguridad alimentaria de muchos países.
Efectos del cambio climático en la agricultura
El cambio climático tiene una serie de consecuencias alarmantes para la agricultura mundial. Entre las más destacadas está la creciente inestabilidad en las proyecciones de rendimiento futuro de los cultivos, en gran parte debido al aumento de las temperaturas, cambios en los patrones de precipitación y una mayor incidencia y severidad de eventos climáticos extremos.
La escasez de agua y las temperaturas elevadas pueden impedir el correcto desarrollo fisiológico de los cultivos, resultando en una disminución significativa en la productividad. Estas adversidades climáticas, como las sequías y olas de calor, están ocurriendo simultáneamente con mayor frecuencia.
Según investigaciones recientes, si el calentamiento global alcanza 1.5ºC, podríamos ver una reducción en la producción mundial de maíz de entre 6.8% y 7.2%. Si las temperaturas aumentan en 2ºC, la producción podría disminuir hasta un 18.7%, afectando gravemente a naciones agrícolas prominentes como Estados Unidos, China, Brasil, Argentina y México (Fuente).
Es vital comprender que los efectos del cambio climático en la agricultura no son uniformes en todo el mundo. Mientras algunas zonas podrían enfrentar sequías más severas y prolongadas, otras podrían recibir lluvias más frecuentes y abundantes.
Cada cultivo tiene sus condiciones ideales de crecimiento. Los cambios drásticos en el clima podrían dificultar el mantenimiento de los sistemas agrícolas tradicionales. Por esta razón, es imprescindible que las acciones para mitigar los efectos del cambio climático en la agricultura se adapten de manera regional.
¿Qué acciones tomar?
Para determinar las zonas más susceptibles a los efectos del cambio climático en la agricultura, se emplean modelos de predicción basados en distintos escenarios climáticos. Estos modelos proporcionan indicadores cruciales para la agricultura, como patrones de precipitación y temperaturas diarias máximas y mínimas.
Comprender la vulnerabilidad y capacidad de adaptación de los cultivos ante las fluctuaciones climáticas es esencial. Este entendimiento nos permite diseñar estrategias efectivas para mitigar los impactos negativos. Precisamente, la mitigación de estos efectos es uno de los objetivos centrales de los centros de investigación en mejora vegetal a nivel global.
Impacto del cambio climático a nivel global
Recientes informes del centro de investigación internacional CGIAR (Consultative Group for International Agricultural Research) destacan ejemplos concretos de los efectos del cambio climático en la agricultura. Se señala la disminución en el período de crecimiento de los cultivos, el aumento del estrés térmico y la reducción de las precipitaciones durante las fases críticas del desarrollo como las principales amenazas para la producción agrícola. Estos informes posicionan a regiones como el sur de África, África occidental, Centroamérica e India como las más vulnerables.
Cada cultivo tiene requisitos agrícolas específicos para un desarrollo óptimo, y cualquier alteración puede impactar su rendimiento significativamente. Incrementos en las temperaturas no solo elevan la demanda de agua, sino que también aceleran el crecimiento de los cultivos. Además, pueden potenciar la propagación de plagas, como insectos y malas hierbas, y la aparición de enfermedades.
Frente a estos cambios en las condiciones de crecimiento, es esencial adaptar las prácticas agrícolas para proteger la producción. Estas adaptaciones incluirán, principalmente, una gestión eficiente del riego en términos de cantidad, momento y ubicación, abandonando métodos tradicionales que resultan en un despilfarro de agua.
La adopción de herramientas de agricultura de precisión es crucial en este contexto, ya que permiten identificar con exactitud dónde y cuándo es necesario regar, optimizando así el uso del agua.
De igual manera, contar con tecnologías avanzadas que brinden pronósticos meteorológicos junto con datos pertinentes al ciclo de crecimiento de los cultivos, permitirá a los agricultores tomar medidas proactivas para minimizar pérdidas potenciales.
¿Cómo HEMAV esta respondiendo a los efectos del cambio climático en la agricultura?
Recientemente, un agricultor se acercó a HEMAV, reportando una disminución en su producción durante los pasados 6 meses. Ante esta situación, nuestro equipo de especialistas en agricultura de precisión llevó a cabo un detallado estudio agroclimático, analizando datos de las últimas dos décadas.
A pesar de no encontrar variaciones significativas en las tendencias de temperatura, descubrimos un incremento atípico en la dinámica evapotranspirativa histórica. HEMAV presta especial atención a la ET0, o evapotranspiración de referencia, un valor que refleja la demanda hídrica de un cultivo. Esta métrica no solo considera las temperaturas, sino también otros factores críticos para el desarrollo del cultivo, como el viento, la radiación solar y la humedad relativa.
Utilizando nuestra plataforma LAYERS, HEMAV estableció alertas específicas adaptadas a cada cultivo. Basándonos en el análisis histórico del terreno del agricultor, determinamos un conjunto de estrategias personalizadas que podían ser implementadas.
Como respuesta proactiva a los efectos del cambio climático en la agricultura y para afrontar retos futuros, ahora proporcionamos una previsión de 7 días, diseñada para advertir sobre condiciones adversas que podrían afectar los cultivos. Esta herramienta brinda a los agricultores el tiempo necesario para actuar, reduciendo riesgos mediante la adaptación del riego.
¿Le gustaría hablar con un experto? Envíenos un correo a info@hemav.com
