La caña de azúcar es una planta tropical que se cultiva principalmente en regiones cálidas y húmedas y en la actualidad, se cultiva en muchas zonas del mundo incluyendo América Latina, donde se ha convertido en uno de los cultivos más importantes de la región. La Comisión Europea realizo un informe donde destacó que “América Latina y el Caribe constituyen la principal región productora de caña de azúcar del mundo, con más del 30% de la producción de azúcar y el 45% de las exportaciones” (Modelación de la caña de azúcar en Latinoamérica [ https://publications.jrc.ec.europa.eu/repository/handle/JRC110325 ]). El ritmo de expansión del cultivo esta generando cada vez un mayor interés de los productores a conocer que estrategias de agricultura de precisión pueden ayudar a hacer mas eficientes y sostenibles sus producciones.
Brasil asegura su liderazgo
Debido a la creciente demanda de azúcar como de etanol, el cultivo de caña de azúcar en Brasil se ha expandido significativamente en las últimas décadas. Brasil ocupa una posición líder en el uso de biocombustibles, especialmente en lo que respecta al etanol producido a partir de la caña de azúcar. El país es el mayor productor y exportador mundial de etanol de caña de azúcar y ha desarrollado una industria sólida y bien establecida en la producción de biocombustibles a partir de la caña de azúcar.
El estado de Sao Paulo es el principal productor, seguido de Minas Gerais y Goiás. Además, Brasil ha implementado políticas y programas para promover el uso de biocombustibles en la industria de transporte y ha sido pionero en el desarrollo de tecnologías para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la producción de biocombustibles. En 2018 la Universidad de Campinas público un artículo científico sobre el potencial energético de cultivo de caña de azúcar (Pereira Souza et al. 2018, Sugarcane can afford a cleaner energy profile in Latin America & Caribbean [https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0960148118300247 ].
Principales retos
Otro factor que ha beneficiado el crecimiento en la producción de caña de azúcar en Brasil son las condiciones climáticas y la tipología de suelos favorables que se encuentran en el país.
Sin embargo, como muchos otros cultivos, la producción de caña de azúcar también se está viendo afectado por el cambio climático. Por un lado, el incremento en las temperaturas, cambios en los patrones de precipitaciones, así como una mayor periodicidad de eventos meteorológicas extremos pueden producir importantes pérdidas en la cosecha. La escasez de agua y las restricciones en el uso del agua son un desafío recurrente en algunas áreas del país, por lo que la aplicación de técnicas para la optimización del riego ayudar a maximizar el rendimiento del cultivo en muchas áreas. Por ejemplo, la aplicación correcta de tecnologías de teledetección puede ayudar a plasmar la dinámica del cultivo mediante medidas de cobertura para poderlas relacionar con características estado del suelo, como el acceso al agua o la fertilidad. La capacidad de conocer la variabilidad espacial de las fincas permite una optimización en la gestión del cultivo que finalmente se traducirá en un aumento en la producción. Estos tipos de mapas se conocen como mapas de productividad, y se pueden realizar mediante imágenes satelitales. Conociendo la productividad histórica de una parcela, és decir, analizando los antecedentes de campañas agrícolas anteriores a través de imágenes satelitales, los productores podrán delimitar y subministrar de una manera más adecuada los recursos.
Otra de los desafíos a los cuales se enfrentan los productores de azúcar en Brasil és la aparición de plagas y enfermedades. Esto comporta un aumento en la necesidad de usar pesticidas, causando otro impacto ambiental importante como la contaminación de suelos y el agua. Bajadas drásticas en el verdor de los cultivos detectadas a través de estas imágenes satelitales también están ayudando a detectar rápidamente estreses bióticos y permiten actuar para evitar pérdidas en la producción con la justa medida de fitosanitarios, actuando así de una manera más sostenible.
Aparte de los satélites, otras herramientas de teledetección que ofrecen grandes beneficios a los productores son el uso de aeronaves no tripuladas como los drones. Una de las aplicaciones de estas tecnologías en la producción de azúcar es para la detección o bien errores en la siembra o aquellas plantas que no están produciendo. Ya que en la cosecha de la caña de azúcar se realiza cortando el tallo en la base, dejando las hojas y las raíces para que la planta pueda volver a crecer, este tipo de metodologías permiten detectar si hay zonas donde se ha de volver a replantar.
HEMAV promueve el cambio en el sector cañero de Brasil
A través del módulo SAT-TECH, se crean bases de datos exclusivas y ricas en imágenes satelitales históricas, con actualizaciones frecuentes, asociadas a información agroclimática. Esto permite la personalización de visiones que soportan las diversas necesidades del equipo técnico para la toma oportuna de decisiones.
PREDITIVE-TECH es el modulo que esta revolucionando para siempre la producción de caña en Brasil, a través de agregar la información histórica del cliente a la base de datos, entra en juego la Inteligencia Artificial en la que se generan las estimaciones de caña de azúcar con alta precisión. Tanto que en los indicadores de toneladas/hectárea como en ATR/tonelada obteniendo desviaciones inferiores al 1,65%.
La plataforma de LAYERS de HEMAV permite a los productores acceder a los resultados , satisfaciendo las principales necesidades del ingenio y del mercado:
LAYERS hace posible optimizar recursos, ofrecer condiciones de trabajo asertivas al personal técnico de campo, además de monitorear la tendencia de los activos biológicos.